viernes, 15 de enero de 2010



Es maravilloso que algo tan simple como una tira de madera con dos ligeros dobleces puede resultar en una comoda especie de silla- camastro, ideal para una siesta, una sesión de relajación, o simplemente sentarse a ver la la televisión, sólo una muestra de lo que puede llegar a conseguir el ingenio japonés.

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